¿Qué tal amigos? Muy buenas tardes, bienvenidos, una semana más, una temporada más,a A LA GLORIA, octubre marca el devenir de un nuevo tiempo, y por ello volvemos con la ilusión y el compromiso de llevarles toda la actualidad cofrade de Sevilla, darle voz a los protagonistas que hacen posible nuestra semana mayor, agradecer, como no podía ser de otra forma, todo el apoyo y el cariño a nuestros oyentes, que, desde noviembre de 2015, fecha en la que echó a andar este humilde proyecto, nos acompañan fielmente. A La Gloria seguirá siendo el espejo de nuestra tradición más arraigada, donde todas y cada una de las hermandades de nuestra ciudad tendrá su espacio,sin sesgo ni sensacionalismos, porque aquí, lo que verdaderamente nos importa es preservar y difundir el patrimonio humano y artístico de nuestras corporaciones.
Hoy, Jueves 11 de octubre de 2018, ponemos la cruz de guía en la calle para iniciar un recorrido de 8 meses,y lo vamos a hacer con un programa especial dedicado a recordar un día histórico para la Hermandad de la Esperanza de Triana. El pasado domingo 30 de septiembre, el viejo arrabal se vistió de gala para recibir a la Virgen coronada en el primero de los actos extraordinarios de la corporación para conmemorar el Año Jubilar por el sexto centenario fundacional de la corporación de la calle Pureza. A las 7:30 de la mañana, la cruz parroquial se ponía en la calle, antecediendo a un cortejo compuesto por 500 hermanos y devotos, aún no había amanecido cuando la Capilla de los Marineros se despedía, por unas horas,de su dolorosa, la Virgen iniciaba el rosario de la aurora en andas,en la que destacaba unos candelabros, cedidos para esta ocasión especial, de la Virgen del Monte de Cazalla de la Sierra,a los sones del coro de la hermandad, rezos y plegarias que se sucedieron a lo largo de Pureza, el espacio se estrecharía a su paso por las calles Rocío y Flota ante la bulla que se pegaba a las andas de la Esperanza de Triana. El primer momento álgido de la mañana se viviría cuando la Virgen llegaba a la capilla de la Hermandad del Rocío de Triana en medio de una gran ovación y repique de campanas, dentro se cantaba la salve, rezos y plegarias que nos trajeron aroma del mes de mayo, la simbiosis perfecta entre Triana y Rocío, la dulce mirada de la Virgen al Simpecado. A la salida, la bulla ya era incontenible y los rayos del sol saludaban a la reina de la calle larga cuando al avanzar por final de Evangelista los vecinos de los bloques se asomaban para presenciar una estampa inédita,en el cruce de la Avda que lleva su nombre,la Esperanza hacía un giro completo para bendecirles y despedirse de ellos. Poco a poco se aceleraba el pulso de los corazones cuando la Virgen visitaba la Parroquia de San Juan Bosco, allí se viviría otro de los momentos emotivos de la mañana,cuando la Esperanza se encontraba cara a cara con María Auxiliadora y sonaba el himno salesiano,Auxilio de Esperanza para el mundo, una visita que quedaría reflejada en el descubrimiento de un hermoso azulejo conmemorativo. Tras la visita a la Sentaita de Triana, el cortejo emprendía el camino hacia la residencia de ancianos Ntra Sra de Consolación de la Fundación Carrere, allí habita desde hace unos años uno de sus más ilustres hermanos,Paco, el “Mudo de Santa Ana”, momentos de gran emoción y regocijo entre los residentes que verían allí por primera vez a la dolorosa, Esperanza para los enfermos en una mañana en la que comenzaba a apretar el calor.
Tras la misa estacional en la Fundación Carrere, las andas de la Esperanza navegarían por las calles del Barrio León, el cual nos visitaba desde la época de las misiones, allá por el año 1965, la Plaza de San Gonzalo era un auténtico hervidero de gente para presenciar el encuentro de la Esperanza con su hermana, la Virgen de la Salud y su bendito hijo, allí se produjo un hermoso reencuentro y que nos recordó aquél 14 de octubre de 2017, cuando la Virgen de la Salud bendijo a Triana tras su coronación canónica.
Pasaba la una del mediodía cuando la Esperanza de Triana se despedía del Tardón y se dirigía al Hospital Infanta Luisa para llevarle gloria a los enfermos, en San Jacinto ya no cabía un alfiler, y en esa calle, camino de la Hermandad de la Estrella, la Virgen se volvía hacia un balcón,sus ojos llenos de lágrimas divisaron la figura de un anciano postrado en una silla de ruedas, es José Manuel Campos, quien fuera Hermano Mayor de la corporación trianera, momentos de llanto y alegría, porque la Esperanza nunca abandona a sus hijos.La marea humana llevaba en volandas las andas de la Virgen hacia la capilla de la Estrella, dentro el coro de la hermandad esperaba ansioso por cantarla, se iba a repetir el milagro de cada mañana de Viernes Santo, cuando la Esperanza y la Estrella se saludan.Al salir, todos asumen que ha llegado el momento de regresar a casa, el rosario llega a su final pasadas las 3 de la tarde,Triana ha vuelto a cumplir un sueño, ya solo cabe esperar al 1 de noviembre, entonces la Esperanza reinará bajo palio para volver a conquistar Sevilla de camino a la catedral.
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