lunes, 6 de febrero de 2017

VIOLENCIA MACHISTA Y TECNOLOGÍA





Seseña,Burlada, O Carballiño, ayer Mora, han sido los epicentros del terremoto de violencia machista que sacude a nuestro país en los últimos tiempos. ¿Qué está sucediendo en la sociedad española? ¿Dónde están esos valores que pretenden equiparar a hombres y mujeres en todos los segmentos sociales? ¿Qué nos está pasando para justificar la muerte de un ser humano para tapar nuestras frustraciones personales?

Ya son siete mujeres las que han perdido la vida a manos de sus parejas, y lo peor, es que esto ya se ha convertido en algo habitual, como si el estremecimiento ante la noticia se hubiera diluido ante la cotidianeidad del triunfo sobre el más débil, la victoria de quienes se sienten amparados por el miedo de sus víctimas, reforzados por denuncias que no llevan a ninguna parte. Es la victoria de la sinrazón frente a las asociaciones de mujeres maltratadas que claman por medidas gubernamentales que contribuyan a la extinción de esta lacra.

Ante este monumental drama, cabe preguntarse, ¿porqué la tecnología no avanza en pro de crear nuevos mecanismos que detecten inmediatamente la presencia del agresor? España presume de vivir una nueva era tecnológica, nos maravillamos cuando asistimos a una feria y contemplamos la sofisticación de los nuevos móviles,ordenadores,navegadores, robots que nos pueden facilitar las tareas del hogar y miles de aparatos inteligentes que nos alumbran un futuro apasionante.

Entonces, ¿cómo es posible que un país como España no emplee más recursos para lograr que esa tecnología vele por nuestra seguridad? ¿realmente es inevitable a grosso modo la acción del ser humano?

Pero no sólo debemos reclamar un mayor avance tecnológico para acabar con la violencia de género, la sociedad debe ser capaz de preservar los valores que reclama la situación actual, hay que crear conciencia cívica partiendo de la base de una labor intensamente pedagógica, pues de poco sirven esas campañas protagonizadas por famosos en radio, televisión y redes sociales, si no se pone en marcha un plan de actuación integral en el que todos los sectores de la sociedad española se impliquen para parar esta lacra. Vivimos en pleno S.XXI, no podemos asimilar que el asesinato de una mujer sea la comidilla diaria de las páginas de sucesos y programas sensacionalistas, se puede y se debe hacer mucho más, se trata de salvar vidas.


                                                   Ángel Trianero

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