ABUSO DE AUTORIDAD

Lo que aquí podeís ver y escuchar, corresponde a la grabación realizada por un antitaurino tras saltar al ruedo en la plaza de toros de Valdemorillo y ser detenido por la Guardia Civil, publicado por eldiario.es. Vaya por delante que, la acción llevada a cabo por este antitaurino constituye una temeridad y un delito contra la seguridad, pone en riesgo su propia vida, pero en ningún caso justifica la acción desmedida de este agente de la Guardia Civil. A lo largo de décadas hemos visto saltar espontáneos y colectivos antitaurinos, con el desorden que esto conlleva. El protocolo de actuación que normalmente ejerce la autoridad es retirar a estas personas del ruedo para posteriormente ser identificadas, sin mayores consecuencias. Es lo que debió ocurrir en Valdemorillo y suele ser lo habitual en cualquier plaza. Los hechos sucedidos constituyen un flagrante abuso de autoridad y maltrato tanto físico como psíquico hacia una persona que reivindicó de una manera absolutamente pacífica su rechazo hacia la tauromaquia. Es necesario recordar que las autoridades deben velar por el orden y seguridad de los ciudadanos, el uso de la violencia no es la solución a los conflictos, no lo era para este, bastaba con una advertencia o una pequeña multa, en el peor de los casos, no la humillación que sufrió en sus carnes Óscar, con el cual podremos estar de acuerdo o no con su protesta, pero en ningún caso la manifestación pública y pacífica que él hizo se corresponde con esta salvaje agresión. El guardia civil, protagonista de este desmedido e injustificable comportamiento, debe ser duramente sancionado o apartado del cuerpo.



                                                                             Ángel Trianero