viernes, 3 de febrero de 2017

CARTA A SAMUEL








Querido Samuel:

Hace unos días supimos de tu inesperada ausencia en el mundo de los vivos, la información llegaba tarde y mal, como suele ocurrir cuando se trata de hablar de personas anónimas, de cuyo nombre y vida nadie quiere acordarse para no autolesionar su conciencia. Tus sueños de niño inocente se ahogaron en el mar de la injusticia, la crueldad y la sinrazón que gobierna este mundo,a veces tan pequeño e insignificante que los poderosos construyen con su arrogancia y desdén hacia los que más sufren. Te arrebataron,pequeño Samuel, tu casa, la vida de tu familia, tu tierna infancia, tuviste que huir del terror de la guerra, esa que hacen los mayores sin saber porqué. Espero que, allá en el cielo, hayas encontrado la paz que aquí te usurparon sin piedad, que en tu rostro se dibuje la más bella de las sonrisas, que tu casa esté poblada de juguetes y niños con los que compartir tu gracia y ternura. Aquí en la tierra nos seguiremos preguntando porqué destruimos sistemáticamente lo que tanto nos costó levantar, porqué matamos a la paloma de la paz y manchamos de sangre nuestra historia, porqué no podemos vivir en un mundo globalizado donde la igualdad y justicia impere por encima de políticas perversas, racistas y xenófobas.
Espero que, allá en el cielo, querido Samuel puedas corretear sobre nubes blancas y tengas un balcón privilegiado para ver el arcoiris tras la tormenta. No sé que dejaste aquí y a quién , apenas hemos sabido nada de tu existencia, quienes mandan en este teatro del horror no han querido ni sabido ponerte rostro, sólo sabemos que tu historia es la de miles de compatriotas tuyos que huyeron a Europa buscando la esperanza de una vida mejor. Seguramente,tú ya la has encontrado, podrás dormir plácidamente, no pasarás frío ni hambre, y donde antes todo era desgarro y oscuridad, ahora es una luz celestial, y sobre la orilla de aquella playa triste y solitaria donde dicen que te hallaron, tus manos chapotearán en un mar de aguas cristalinas, en el horizonte no verás alambradas, policías gritando y pegando a los tuyos. Querido Samuel, Europa no es el sueño que te prometieron los mayores, no hay justicia, no hay trabajo, no hay sensibilidad, no hay humanidad, te llaman el Aylan español, pero nadie vio tu rostro ni pudo preguntarte quién eras y de donde venías, ahora nos avergonzamos y escandalizamos de no haber hecho nada por tí y por tu familia, nos preguntamos dónde está el dinero y los barcos necesarios con los que podríamos haberos salvado. Sobre el Mediterráneo flotan miles de preguntas sin respuestas, flota la desesperación y la esperanza se convierte en un final trágico. Perdónanos,Samuel, que Dios te bendiga y regale, allá en el cielo, la felicidad que te mereces y tan cruelmente te arrebatamos de tus tiernas manos, ayúdanos a comprender que un mundo mejor y más justo es posible, y que la luz celestial que tú ahora contemplas cada día, podamos traspasarla algun día y fundirnos contigo en un fraternal abrazo. Paz y Bien.

Tu amigo

Ángel Trianero

Foto de portada: Jesús Domínguez



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