lunes, 22 de mayo de 2017

EL RETORNO DEL SOLDADO CASTEJÓN





Anoche, los militantes del PSOE, decidieron que Pedro Sánchez sea su próximo Secretario General. El resultado obtenido en las urnas no admite duda alguna, Sánchez no ha tenido rival, ha ganado el partido por goleada, en contra de muchos pronósticos que auguraban un resultado más ajustado entre el nuevo líder socialista y la presidenta andaluza, Susana Díaz. Patxi López asumió el papel de conciliador entre ambos púgiles, aunque no ha triunfado su mensaje de unidad, pues la lideresa sevillana ni siquierá osó mencionar a Sánchez...."me pongo a disposición del PSOE para todo lo que haga falta", dijo Díaz y se marchó por donde vino tras "aguantar el tipo" en la foto, tan protocolaria como irreal, y es que cabe preguntarse si Sánchez conseguirá movilizar a los votantes de este país de manera proporcional a como lo ha hecho entre los militantes de su partido. Fue tan contundente afirmando "aquí está la izquierda", como dubitativo al levantar el puño para cantar la Internacional. Dos momentos sumamente icónicos que hacen dudar acerca de si realmente el PSOE con Sánchez al mando, estará dispuesto a recuperar su identidad como principal partido de izquierdas, o reforzará su posición en el centro-izquierda,como hizo en aquella extraña sesión de investidura que precipitó su frustrado asalto a la Moncloa tras un pacto con C's que no sirvió para desbloquear la situación política derivada de las elecciones de diciembre de 2015. ¿Cree realmente Pedro Sánchez que debe cambiar la estrategia socialista para alcanzar un acuerdo con Podemos que saque al PP del gobierno, o por el contrario suministrará a Rajoy más balones de oxígeno que le permitan seguir gobernando?

La reacción de la militancia anoche no invita precisamente a la unidad, así quedó reflejado en el rostro del equipo de Susana Díaz. A la lideresa no le queda más margen de maniobra que seguir cosiendo las entretelas de su partido en Andalucía para que no se resquebraje su pacto de gobierno con C's. Quizás en el congreso de junio decida gritar a viva voz "aquí estoy de nuevo,no me rindo".

Tan sorprendente y concluyente ha sido la derrota de Susana Díaz que tan sólo ha ganado en su comunidad, superando en avales a los votos obtenidos en Murcia. Es evidente que a Pedro Sánchez no se le acabó la gasolina del coche.

Sánchez debe afrontar su primera promesa, presentar una moción de censura a Mariano Rajoy...pero no en los términos en los que ha sido planteada por Pablo Iglesias, el cual ha vuelto a exhibir músculo tras la exitosa convocatoria de Unidos Podemos el pasado sábado en lamadrileña Puerta del Sol. Sin embargo, se muestra convencido de que no saldrá adelante, cabe preguntarse entonces, ¿de qué sirven las formas si el fondo está vacío? parece evidente que en la formación morada no acaban de entender que hacer política es algo más que gritar y clamar la expulsión del corrupto PP, quizás tanto griterío acentúe la profunda desconfianza de Sánchez hacia Iglesias, por mucho que reconociera ante Jordi Évole que se equivocó pactando sólo con C's y no hablando con Podemos.

De las estrategias que se pongan encima de la mesa, dependerá de si realmente hay motivos para la esperanza de una recuperación de identidad del PSOE, o por el contrario, será un paso adelante, y en falso, que le conduzca a un cataclismo electoral que acabe marchitando la rosa, las débiles bases ideológicas que sustentan a este partido ya no están para más volantazos, virajes, golpes de timón...o como ustedes prefieran llamarlo.

                                           Ángel Trianero

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