domingo, 20 de agosto de 2017

¡NO TINC POR!





La imagen que vemos, es fiel reflejo de hasta que punto nos invade la sinrazón, el odio y la xenofobia en el momento que un atentado nos golpea y desestabiliza nuestra vida. Al día siguiente del ataque perpetrado por el Estado Islámico con una furgoneta en las Ramblas de Barcelona, que se ha cobrado la vida de 13 personas y un centenar de heridos, en el lugar de los hechos se concentraban alrededor de 50 miembros de ultraderecha para expresar su repulsa y odio hacia los musulmanes, 50 frente a 300 que les hicieron frente para hacerles saber que una cosa es el fanatismo y la radicalización de quienes ofenden al Islam para empuñar un arma y acabar con el prójimo y lo otro es la comunidad musulmana, plenamente integrada en nuestra sociedad, que trabaja y contribuye al desarrollo de nuestro país y condenan enérgicamente este asesinato masivo de personas que paseaban por el centro de Barcelona disfrutando la jornada dominical. Como vemos en la imagen, Fátima, no dudó en enfrentarse a los ultraderechistas y dejarle bien claro que la comunidad musulmana condena todo acto de violencia.

Han sido días en los que la unidad, solidaridad y condena a este atentado, ha estado muy presente en la sociedad barcelonesa y en el conjunto del país. Como se suele decir en estos casos, la prioridad son las víctimas y sus familiares ante esta ola de terror que ha recorrido Barcelona,Cambrils (Tarragona), Turku(Finlandia), Wuppertal (Alemania), Surgut (Rusia), llegando incluso a saltar todas las alarmas en Nimes(Francia) ante un posible tiroteo en la estación de trenes, hecho que finalmente fue descartado por la gendarmería francesa, aunque se busca a dos presuntos terroristas.

Lo ocurrido en estas ciudades, y que dibujan un nuevo mapa del terror, nos lleva a pensar a que tenemos que afrontar un nuevo tiempo marcado por el miedo y la incertidumbre de que en cualquier momento de nuestras vidas, en los más inesperados, la muerte nos estará acechando. Sin embargo, Barcelona nos ha dado una gran lección, la gente ha vuelto a tomar las calles al grito de ¡No Tinc Por!, ¡No tenemos miedo!. No podemos dejarnos arrastrar por el fanatismo y el odio hacia quienes profesan otra religión, por los ignorantes  radicales y xenófobos que creen amenazada nuestra convivencia. Sobre nosotros se cierne una gran amenaza, y la debemos combatir con un nuevo orden político y social, tenemos que hablar de SERES HUMANOS, sin etiquetas, sin distinción de raza, sexo o religión, acabar con términos como "refugiado", "inmigrante", "moro, "sudaca",etc. La sociedad está cambiando, el mundo cambia y está en constante movimiento, en una huida permanente del hambre y el terrorismo. A los gobernantes hay que exigirles que no miren hacia otro lado y apliquen esos valores cristianos de los que tanto nos vanagloriamos en Europa y que parecen ausentes de las instituciones, tienen que ayudarnos a potenciar la solidaridad, tolerancia y ayuda al mundo subdesarrollado. Hay que modificar por completo la política internacional, abortar cualquier tipo de negociación con países que trafican con armas, construir un mundo sin fronteras, multicultural y abierto a cambios en nuestro modo de convivencia en el que el bienestar no sea exclusivo de unos pocos sino una oportunidad de sumarse a él a quienes huyen de la destrucción y las guerras.

Se avecinan tiempos muy difíciles, el terror no nos va a dar tregua, sentiremos que nos vigilan permanentemente, en cualquier momento y lugar nos pueden volver a golpear, por ello es necesario recuperar valores, abandonar prejuicios, porque en demasiadas ocasiones hemos podido comprobar que el enemigo está en casa, en nuestro barrio, enemigos fácilmente localizables, como esos ultraderechistas que manifestaron su odio al musulmán,al Islam....se equivocan, ellos son nuestros enemigos, los terroristas son nuestros enemigos, aquellos que justifican sus asesinatos en nombre de Alá.

No tengamos miedo, caminemos con firmeza, apostemos realmente por construir un marco de justicia social en el que nunca tenga cabida el odio al diferente y potenciemos la integración,es la lucha por la justicia e igualdad entre hombres y mujeres, sin prejuicios ni distinciones.

                                    Ángel Trianero

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